viernes, 18 de noviembre de 2016

Hola,
gracias por visitar mi blog.

Mi propósito es el de contar mi nefasta experiencia como paciente (más bien víctima) del psicoanálisis y evitar que otras personas sean víctimas de esta "psicoterapia" (más bien estafa) que ha demostrado ser inútil como tratamiento psicológico para las patologías mentales, ya que está mas cerca del esoterismo que de la ciencia.

Todo comenzó cuando tenía 19 años y empezaba mi carrera universitaria. En ese momento se manifestó mi enfermedad mental (llamada realmente Trastorno Obsesivo Compulsivo como averigüé muchos años después) que interfería de manera extrema en mi vida cotidiana como en la estudiantil impidiendome poder estudiar (y por tanto suspender todo), permaneciendo en un estado de ansiedad permanente. Por eso acudí desesperado al servicio de psicología concertado por la universidad, cuya psicóloga me diagnosticó de "neurosis obsesiva" y me recomendó los servicios de uno de sus mentores, un médico-psicoanalista. Maldita la hora en que acepté su recomendación.

Pues bien, este médico-psicoanalista se llama Jordi Torner Biayna (nº col. 10549) del Centre Laforja ubicado en la Calle de Laforja, 102 de Barcelona. Empecé pues la "terapia" con este individuo yendo una vez por semana. Al principio las sesiones parecían que me ayudaban (algo normal pues contar toda tu problemática a un supuesto profesional que te escuche al menos sirve para desahogarse) pero lamentablemente mi patología no mejoraba y el decía que teníamos que investigar qué conflicto enterrado en mi inconsciente me provocaba la enfermedad y una vez que se hiciera consciente se produciría la curación (la catarsis como dicen). 

Alimentado por esa falsa esperanza seguimos el "tratamiento" varios años más en los que le conté absolutamente todo sobre mí, pero mi enfermedad, lejos de remitir, empeoraba a pasos agigantados. Es por ello que a la vista de que la terapia no funcionaba le comenté, como médico que es, si mi patología podría ser algo biológico que necesitara fármacos. Con una arrogancia propia de un talibán me dijo "En este país se cree que todos los problemas mentales son biológicos, cuando lo que hay que hacer es psicoanalizarse porque ésta es la única terapia psicológica válida y verdadera para curar, porque el resto de terapias psicológicas y psiquiátricas únicamante tratan los síntomas pero no la causa del mal". 

Seguí pues con la "terapia" y yo no mejoraba en absoluto y cuando se lo comentaba me decía que era mi culpa, porque no hacia bien las cosas. Por otro lado, en los escasos momentos en lo que me encontraba algo mejor y se lo comentaba él me decía que obviamente es que la terapia funcionaba. Algún tiempo después, viendo que yo no avanzaba me coaccionó para duplicar el número de sesiones (es decir ir dos veces por semana) porque decía que él no podía trabajar en esas condiciones, que estaba haciendo un gran esfuerzo así que era conveniente vernos más a menudo.Obviamente la única mejora que se produjo fueron los ingresos del psicoanalista mientras que mi salud mental seguía cayendo en picado. 

Por si fuera poco usó conmigo prácticas sectarias en las que me amenazaba con que jamás me curaría si no aumentábamos las sesiones o si abandonaba su "terapia" y que debíamos seguir con la terapia porque sólo habíamos rozado la superficie (¡¡¡después de 7 años!!!), fomentando así una gran dependencia hacia él : yo ya sólo veia la realidad a través de sus interpretaciones y actuaba según lo que me decía que tenía que hacer. Ni que decir tiene que después de todos esos 7 años y los 7000 euros aproximados que me estafó mi enfermedad no sólo empeoró mucho respecto al inicio, si no que también añadió a ella toda una series de creencias psicoanalistas disparatadas traumatizantes y disfuncionales de las que aún hoy tengo graves secuelas. 

Decidí entonces investigar por mi cuenta sobre "la neurosis obsesiva", que en realidad se denomina TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo). Con este dato investigué en varios libros de psicología y psiquiatría  y el resultado fue que mi enfermedad pertenece al ámbito de la psiquiatría, al tratarse de algo biológico (lo que yo pensaba) y por tanto es imprescindible el tratamiento farmacológico acompañado de terapia cognitivo-conductual, la terapia que según los diferentes estudios se ha demostrado como la más eficaz (precisamente es la terapia que se enseña oficialmente en las universidades de psicología clínica). Le comenté al psicoanalista todos estos hallazgos y con soberbia y arrogancia decía que yo le estaba manifestando una actividad narcisista y agresiva por cuestionar su terapía, la única verdadera y válida. Además manifestó que los libros que había leído al respecto (entre ellos el manual de diagnóstico psiaquiátrico DSM-IV, que es la biblia de la psiquiatría en todo el mundo) eran para los que no saben de psicología... 

Y por si fuera poco averigüe que este individuo NO tiene ninguna formación reglada en salud mental (es decir ninguna formación homologada por ninguna entidad oficial) . Tan sólo es un médico que hizo un cursillo de psicoanálisis en una de las muchas "escuelitas" de psicoanalisis (tal como él mismo me dijo). A partir de entonces intenté dejar la "terapia" pero no podía hacerlo porque me tenía totalmente abducido haciendome creer que si lo dejaba jamás podría curarme. El resultado fue un estado de ansiedad con taquicardias durante varias semanas hasta que unos buenos amigos pudieron rescatarme de él. Y aún así, tan grande era la dependencia que a veces increiblemente sentía la necesidad de volver (vamos, casi sindrome de abstinencia....) 

Posteriormente acudi a la Seguridad Social donde me atendierón psicológos clínicos (cognitivo-conductuales) y  psiquiatras que me prescribieron la medicación adecuada, lo que me permitió mejorar rápidamente. Me sentía cómo si la vida me diera una nueva oportunidad, sintiéndome muy bien, como no lo había hecho en años, especialmente durante la "tortura psicoanalítica". 

Lamentablemente el daño ya estaba hecho y cronificado profundamente, y a pesar de todos los esfuerzos realizados por mi psiquiatra y psicólogo, años después mi enfermedad comenzó a empeorar, y a pesar de usar todos las combinaciones de fármacos posibles (que temporalmente me aliviaban), a largo plazo mi enfermedad empeoró (arrastrando las secuelas y creencias disfuncionales provocadas por el psicoanalisis) y llegó a convertirse en totalmente incapacitante hasta el día de hoy.

Posiblemente no hubiera llegado a esta situación si hubiera recibido el imprescindible tratamiento farmacológico durante los años que duró el psicoanálisis. Creo que esto es un claro ejemplo de Mala-Praxis por parte del médico-psicoanalista al no recetarme los fármacos, porque puso su arrogancia por encima del bienestar del paciente permitiendo que sufriera intensamente de manera continua e innecesaria. Además me prohibía que consultara a cualquier otro profesional de la salud mental (uno verdadero) para que no pudiera escapar de sus "garras", obstaculizando así la posibilidad de que un psiquiatra me proporcionara el tratamiento farmacológico adecuado.

Los años perdidos y muy sufridos no me pueden ser devueltos así que me conformo si este mensaje sirve para que otras personas no sean estafadas y maltratadas como lo fui yo, ya que lamentablemente la justicia de este país no funciona. Aprovecho para invitar a otras posibles victimas de este individuo (o de otros psicoanalistas) a enviarme su histora y publicarla en este blog.

Por último, le deseo al sr. Torner lo que se merece en la vida: que al menos sufra la mitad de lo que me ha hecho sufrir a mí.